Productores en Colombia impulsan técnicas para mejorar el suelo en los cultivos
En medio de los retos del cambio climático y la pérdida de fertilidad en los suelos, agricultores de la región están adoptando nuevas prácticas agroecológicas para mejorar la salud del suelo y asegurar mejores cosechas.
Una de las técnicas más destacadas es el uso de abonos orgánicos, como el humus de lombriz, producido a través de la lombriz roja californiana (Eisenia foetida). Este abono natural mejora la estructura del suelo, aumenta la retención de agua y aporta nutrientes esenciales como nitrógeno, fósforo y potasio.
“Desde que comenzamos a usar humus de lombriz en nuestros cultivos, hemos notado un cambio significativo en la textura del suelo y en la resistencia de las plantas”, afirma Ana López, productora agroecológica en la vereda Guatiguará. “El suelo ahora está más suelto, más vivo”.
Otra estrategia implementada es la rotación de cultivos, una práctica que ayuda a romper ciclos de plagas y enfermedades, al tiempo que permite que el suelo recupere sus nutrientes de forma natural. En combinación con cultivos de cobertura como leguminosas, se evita la erosión y se fija nitrógeno en el suelo.
Además, muchos agricultores están incorporando microrganismos benéficos y biofertilizantes que enriquecen la microbiología del suelo, potenciando la absorción de nutrientes por parte de las raíces.
Expertos del SENA y de universidades locales también han brindado talleres gratuitos sobre análisis de suelo y preparación de compostaje casero, fortaleciendo la formación técnica de los campesinos.
Estas acciones forman parte de un movimiento más amplio hacia una agricultura regenerativa, que busca no solo producir alimentos, sino también restaurar la salud del suelo y cuidar el medio ambiente.
Con estas prácticas, Piedecuesta se posiciona como referente en la transición hacia una producción agrícola sostenible, mejorando la calidad de vida de los productores y protegiendo los recursos naturales para futuras generaciones.
